29. Correspondencia de mis hermanos desde América.

29. Correspondencia de mis hermanos desde América.


Mi hermano Manuel

Recojo aquí varias cartas de mis hermanos, además de que recogen algo de nuestras relaciones también reflejan algo de las penurias por las que pasaba el Mundo a consecuencia de la crisis económica.

¿19290120? Queridos sobrinos Juaco, Adelaida, Enrique y Pablo:

En mi condición de salud, que ha sido de bastante cuidado, me ha sido gratísimo leer las líneas que me dedicáis. Cuánto, cuánto quisiera ahora mismo tomar el vapor e ir a esa para tener la dicha de conoceros a todos personalmente. Sé por vuestro papá que buenos y cariñosos hijos todos vosotros salisteis, muy trabajadores industriosos y económicos en vuestras costumbres y bien puede el estar orgulloso y lo mismo vuestra mamá de haber criado hijos modelos como vosotros sois.

De todos vosotros la tía Celedonia de Cienfuegos me tiene hablado años atrás cuando iba a Cuba, así que tenía referencias de las cualidades de cada uno, aunque sólo fuese a la ligera e influenciados por las preferencias personales de ella. Pero evidentemente su favorito era Juaco, no sólo porque se prestaba mejor hacerle sus recados y ser servicial sino porque cantaba asturianadas con un estilo y refinamiento en que ella gozaba escuchándole. Esto no quiere decir que los otros de ustedes no tuvieran buenas cualidades, pues de todos tenía en mente alguna cualidad en que sobresalía cada uno.

Yo gozaría lo indecible yendo allá y conociendo a todos ustedes y bien seriamente he estado pensando cómo hacerlo. Tiempo no me falta, pero la situación es tan crítica que este no es el momento para mi dejar esto, pues al contrario tengo que vigilarlo más que nunca a ver si es posible aguantar este hondo temporal económico.

Os voy a decir que Paco, mi chico, ha estudiado el castellano tres años. Este verano pasado vino a mi casa un chico cubano que no sabía el inglés y quisiera que vosotros lo oyeran al mío chapurrear nuestro idioma. Aun sin querer os hubierais reído mucho. Luego al graduarse de bachiller los estadounidenses que aprendieron castellano dieron una comedia titulada “el chaleco blanco”. Que fui a ver y a pesar de haberse preparado mucho en los ensayos a cada rato se les escapaba algo como “Pere, (Prez) Está la plancha caliente?” así otras cosas sutiles que se que escapan a los no iniciados profundamente en el idioma. Bien quisiera que fuera ahí con vosotros aprender nuestro idioma bien, y a él bien le gustaría, quien sabe nos llegará el día.

En fin, hijos, os agradezco en el alma vuestro interés por mí y ya sabéis que todo mi deseo es que gocéis de buena salud y seáis muy felices y tan prósperos en vuestros destinos como sea posible. Falta de diligencias hacia ellos sé que no lo habrá.

Vuestra tía y vuestro Primo os envían sus cariños y les recibís también míos

Vuestro tío

Manuel

Todos nos hacemos ilusiones con nuestros hijos y aunque también es frecuente que nos sintamos decepcionados, por haber puesto en ellos unas expectativas excesivas, lo cierto es que muchas veces nos ciega la pasión y vemos en ellos grandes virtudes que no se corresponden con la realidad. Yo ya viejo, al cabo de mis días sigo orgulloso de mis hijos y aunque muchas veces me dieron grandes berrinches, porque no seguían mis indicaciones y creía que se equivocaban en las decisiones que tomaban, sobre todo cuando pedían consejo que luego no seguían. Tengo que decir que mi pobre hermano Manuel, que con tanta ilusión hablaba de su hijo Paquito, tuvo desgraciadamente que sufrir alguna decepción por su falta de carácter y a veces por su falta de principios. Pero creo que no es el momento, todavía, de hablar de las decisiones que tomó Paquito con la testamentaria de su padre y otras anteriores.

Retomo el relato de las aficiones de mis hijos, los varones eran más de hacer deportes, en particular Enrique y Pablo jugaban al futbol hasta que empezaron a trabajar todo el día. Por cierto hace unos años Pablo me presentó a un oficial, compañero del cuartel, que me explicó que era de Oviedo y conocía a mis otros hijos varones, me dijo:

 -Como me voy a olvidar de la Zurda de Quique-. 

Terminada la Guerra y con Pablo destinado en Oviedo, como capitán en el cuartel del Milán, cuando iban de marcha yo los solía acompañar y en ocasiones en que los oficiales hacían ejercicios de tiro, me permitían o más bien me incitaban a tirar, yo soy un buen tirador, como lo es mi hijo Manolo. A los compañeros de Pablo les gustaba verme disparar y admiraban mi mérito, cuento esto porque a estas alturas todo será más formal y no se permitirá incorporarse a una columna militar a familiares de los oficiales y menos participar en ejercicios de tiro, como no se hubiera permitido en mi época cuartelaria.

Manolo y Juaco eran practicantes del atletismo en diferentes modalidades, nunca estuve atento a esas actividades.

Cuando hablo de las pruebas atléticas de Manolo y de Juaco, que eran muy de practicar atletismo apuntando sus tiempos de carrera o altura de salto, recuerdo que bastantes años más tarde siendo Juaco profesor de Educación Física en la Academia de Oficiales del Aire de San Javier, llegó una navidad a casa con su esposa e hijas, “presumía” de que hacía 60 flexiones. Yo le dije que yo hacia bastantes más, aunque nunca practicaba esas cosas. Cuando llevaba 100, mis hijos presentes me pidieron que lo dejara que me iba a poner enfermo. La realidad es que como no peso nada y mis brazos son desproporcionados, esa prueba parecía estar diseñada para mi constitución. Pero hecho este inciso, volveré a hablar de mi familia.

El comienzo de la recuperación económica fueron consecuencia de haber obtenido la plaza de maestro nacional de Matilde, las clases que daban Juaco y Enrique y que Manolo sacar a la oposición de funcionario de hacienda, cada uno de estos hitos permitió ir reconstruyendo nuestra economía.

Como ejemplo de la sensación que vivimos en cada éxito de mis hijos, recojo aquí las carta que me envía mi hermano mayor, Manuel Echeverría Menéndez en la que nos responde a la noticia de la obtención de la plaza de funcionario de Andrés.

Tomo aquí la palabra yo, Joaquín Echeverría Alonso, para hacer un comentario ya que no lo hizo mi abuelo. Esta carta refleja al margen de la situación que describe mi tío abuelo y padrino Manuel Echeverría Menéndez, de catástrofe económica a nivel mundial, que pasaría a la historia cómo La Crisis del 29. También la angustia o zozobra en la que se ve sometido el propio autor de la carta. El hecho de que se le olvide enviar la carta y la reencuentre y completé dos meses después dice mucho de la angustia que está pasando, esa angustia causada por la ruina económica, se potencia en él por la pérdida de salud, que años después se diagnosticaría como un cáncer

19300131                Nueva York, 31 de enero, 1930

(Carta dirigida a mi hijo Manolo)

Querido ahijado:

Junto con la de tu papá recibí tu carta del 18 de noviembre pasado, de cuyo contenido me enteré con el agrado de siempre. Ínterin mucho deseo que hayas salido airoso de tus exámenes y que hayas tenido la buena fortuna de al fin obtener la plaza que aspiras, asegurando así tu futuro.

No dejes de comunicarme tus noticias en estos particulares y en caso de que no hayas tenido toda la buena fortuna que sería de desear no por eso te desanimes sino que sigas esforzándote hacia tu futuro bien en la ruta ya trazada o si no es posible en otra cosa, pues teniendo por delante tu juventud y con ella la energía y la buena salud, no tengo duda de que al fin habrás de conseguir algo que te sirva de base para poder vivir decentemente y crearte un hogar y una familia en un día no lejano.

Aquí hemos tenido por dos veranos (durante las vacaciones de escuela) a Maximino hijo de Maximino de Cienfuegos. Como es chico de muy buen carácter se llevaba muy bien con el mío, pues ambos son más o menos de la misma edad. Aprendió el inglés muy rápidamente, Pero eran un gran contraste de carácter. Maximino es bullicioso en extremo, siempre hablando o cantando en cambio Paquito silencioso, hablando con mucha calma y en tono bajo. Yo creía que al principio de estar aquí echaría de menos a su hermanita y abuela, pero nada de eso. Se encontraba aquí muy a gusto. Creció una barbaridad.

El año pasado ya estaba más alto que soy yo y flaco como un fideo, y como crecía así comía de la manera desatinada y siempre estaba con hambre -en fin un saco sin fondo.

Sin más particular que comunicarte, tu tía Lillian y Paquito te envían sus recuerdos y sabes que te quiero. Tu tío                          Manuel

En esta carta mi hermano estaba poniendo la venda antes de que se produjera la herida, para darle moral a Manolo, caso de que hubiera fracasado, no fue así, por lo demás habla de nuestra familia cubana que después fuimos perdiendo de vista. La espantada de Adolfo escapándose a México con su amante, mujer de la alta sociedad de la Habana. Cuando se conoció el escándalo no pudieron o no tuvieron el valor de afrontarlo y continuar con su vida en Cuba. Adolfo y su amante se fueron de Cuba y aunque ya supe muy poco de ellos porque la tía Celedonia se fue apagando, creo que económicamente le va francamente bien.

19300823                            Nueva York, agosto 23, 1930

(Escrita a máquina)

Mi querido Juaco:-

Acuso recibo de tu cariñosa carta del 21 de julio de cuyo contenido me impuse con mucho interés. Y todos en la casa nos hemos regocijado en saber que mi ahijado Manolo al fin quedó aprobado y ingresará como funcionario de hacienda en el próximo futuro.

Ya casi toda la prole ganando, unos suficiente para ellos mismos y otros cerca; tus condiciones económicas van siendo cada día más desahogadas y ya era hora que al fin no vivas con las apreturas antiguas y puedas tener alguna expansión.

Noto como sigues guiando hay inspeccionando el estudio de los más pequeños y no tengo duda de ninguna clase que con tu constancia y persistencia todos llegarán a la meta sin dificultad, aunque ello tomé bastante tiempo que ahí es la regla invariable y también en todas partes, cuando se trata de profesiones u otras obras pagadas por el Estado. 

Poco es lo que puedo contar con esta. Nosotros seguimos la misma vida de siempre, sin eventualidades. El hijo de Maso estar aquí con nosotros ahora pues el padre me lo envió a pasar sus vacaciones después de aprobado en el grado de bachiller y antes de ingresar a la Universidad de La Habana a estudiar para abogado. De estos en Cuba en los hay a patadas y la única esperanza de la mayoría es meterse en la política, en la cual siempre se saca mayor partido, especialmente aquellos que descuellan en descaro y picardía y tú sabes que el cubano nativo es bastante inteligente y desenvuelto y no necesitan muchas instrucciones en el ambiente local, que el ambiente local lo alecciona bien.

El hijo de Maxo es un chico obediente, respetuoso y con carácter risueño debido a estas cualidades se lleva bien con mi hijo.

Aprendió el inglés aquí rápidamente y sin lecciones de ninguna clase.

En cuanto a Paquito (pachón debemos llamarle pues pesa 160 libras o sea 72 kilos y encima de eso es corpulento, tiene más estatura que yo) sigue como siempre. Entra ahora en el último año de bachillerato y no veo inclinaciones hacia cosa alguna. Eso sí es muy constante en todo lo que es y muy trabajador cuando metes mano a una obra, aunque le cueste trabajo “entrar primero en calor” no tiene en absoluto vicio alguno (el hijo de Maxo fuma escondidas) le daría una carrera si mis negocios lo permitieran -Quizás la de ingeniero Electricista, pero el negocio de exportación está tan malo y ya llevo perdido tanto que no estoy seguro de lo que va a ser al terminar este año y ante circunstancias tan calamitosa esperaré a ver qué sale de esta situación. Por otro lado yo cada día estoy más achacoso con asma y no debo dormirme o seguir impasivo ante tanto quebranto hasta que no me quede absolutamente nada y con eso quiero decir que a fines de este año si noto que mis … 

(Aquí interrumpe esta carta, que no firma y la reanuda 2 meses después, la pongo a continuación)

19301023                Nueva York oct. 23. 1930

Querido Manolo:

Te felicito por tu éxito en los exámenes de oposición para ingresar como funcionario de Hacienda, ya sé que tu número de orden para obtener el ingreso está ya muy próximo. Esto naturalmente te habrá producido Inmensa satisfacción por el hecho de que asegura tu porvenir. Y yo no dudo que una vez instalado tú harás de tu parte cuanto sea necesario para ir adquiriendo más importancia en los cargos que desempeñes.

Como no podía ser menos he notado en la carta que me escribió tu papá y otra que recibí de tu hermana Matilde la gran satisfacción que experimenta toda la familia por este buen acontecimiento y a la cual nosotros aquí también nos asociamos con toda sinceridad, pues de todo corazón deseamos vuestro bienestar como si fuera el nuestro propio.

Por la carta que escribo a tu papá podrás notar que mal están los negocios y muy en particular aquel a que me dedico. Dicen que no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista y yo te aseguro que de alguna manera veré cómo me nivelo para salir de esta situación desastrosa que nos enfrenta desde hace ya varios años. Los clientes de Cuba están arrancados, sin una peseta, y no sólo compran muy poco sino que después cuesta gran trabajo cobrarles y los riesgos cada día son más grandes.

Espero que todos ahí estéis bien. Muchos cariños de tu tía y Primo y sabes que te quiere tu tío

                                           Manuel

En esta carta mi hermano Manolo recoge el éxito de mi hijo Manolo que acababa de sacar su primera oposición a Hacienda, cuando se lo notifiqué aún no había tomado posesión. Más adelante vendrían las promociones hasta ser el inspector jefe de la oficina de hacienda de Oviedo y el responsable de fijar criterio para ciertos impuestos de las oficinas de Hacienda del norte de España.

Hoy, pasado el tiempo, lo más relevante e instructivo de esta carta es como recoge la gran crisis, la crisis del 29 que tanto sufrimiento produjo, particularmente en EEUU, con suicidios incluidos, en el primer momento, muchos inversores que consideraron que su vida había perdido sentido al perderlo todo se suicidaron. Yo supongo que en muchos casos analizaron su situación de una forma estúpida, porque esos inversores que se habían apalancado comprando y comprando papel a crédito, pero probablemente hubieran tenido oportunidades si hubieran tenido la paciencia y la confianza en dios que les faltó al decidir terminar con su vida.

19301023                nueva York, otc, 23, 1930

… recursos se van agotando rápidamente, prefiero que la casa se vaya en liquidación antes que la misma me liquide a mí por completo.

Te incluyo dos fotografías una de mi esposa y yo, otra de mi hijo, el hijo de Maximino y yo; todas ellas tomadas en un lugar de playa, donde pasamos una semana pescando, bañándonos y algún otro pasatiempo. Podrás notar que consumido me tiene esta maldita enfermedad.- Estoy en los huesos puros y por mucho que me cuido no logro engordar. Si como algo de sustancia, el asma me ataca más duro y entre las dos cosas prefiero seguir flaco.

Verás que empecé la carta en agosto y la terminé en octubre. Ínterin muchas cosas han tenido lugar. Revoluciones por el sur América-Cuba de mal en peor y en la vieja Europa mucho malestar económico y amenazas de otra guerra. No parece sino que la gente del viejo mundo no escarmienta y las ambiciones y rivalidades de poderío son tales que no pueden detenerse ante consecuencias tan desastrosas como las que producen las guerras.

También noto que la peseta está por los suelos, quizás debido al poco valor que tiene la plata, así que no sé cómo este mundo se va a componer.

Este país también va a través de una crisis económica. Pero se puede bien diagnosticar como una indigestión de tanta abundancia de todo, que el pueblo de momento no puede absorber. Tiene un surplus inmenso de trigo, los bancos y tesoro público abarrotados de oro, millones de automóviles construidos sin compradores, algodón en cantidades fabulosas, etc. Y de ahí que las fábricas han tenido que parar su producción parcial y en muchos casos totalmente, quedando así mucha gente sin trabajo.

El malestar de Cuba, con su azúcar, el Brasil con su café y la Argentina con su ganado y trigo también provienen de la superabundancia de producción y es que la maquinaria moderna es tan capaz y eficiente que se produce de todo más de lo que se necesita. De ahí que aquí ya se quiere implantar la semana de cinco días de trabajo a siete u ocho horas y lleva trazas de que se realizará. Por ejemplo en construcciones ya esto es un hecho desde hace más de un año en este país.

Acabo de tener una carta de tu hija Matilde desde Lanzós y mientras que veo está bien de salud y relativamente contenta, noto su gran deseo de aproximarse más a la casa paterna procurando un destino de escuela en algún lugar cercano a Oviedo. Esto es muy natural que así sea. También me dice que Manolo espera ya pronto se inicie en el empleo futuro. Dios quiera que así sea, pues bien puedo apreciar que la perspectiva es muy favorable.

Sin más que decir, si no el gran deseo que siempre tengo de poder alguna vez darme un viaje a ésa. Daros mis cariñosos para tu esposa y niños de nuestra parte y sabes te quiere mucho tu hermano 

(firmado Manuel)

¡Cuantos recuerdos me trae esta carta!, pero decía que en esta carta al margen de que ya mi hijo Manolo se había incorporado a su destino en hacienda y mi hija Matilde estaba pensando en acercarse a una escuela de Oviedo o un lugar próximo. Lo notable es cómo mi hermano Manuel disecciona la situación económica de América: me encanta volver a leerla y apreciar la claridad mental de mi hermano Manuel.

También está vaticinando la guerra mundial que iba a venir, se adelanta nueve años con su vaticinio, claro que las condiciones del tratado de paz que se impuso a los vencidos y la insatisfacción que los daños económicos de la guerra crearon en el primer momento en Europa y en el resto del mundo no presagiaban nada bueno. Ya la guerra franco prusiana del siglo XIX había dejado las heridas abiertas y había propiciado la Gran Guerra. Pero el malestar y la desestabilización de las organizaciones sindicales, que estaban en manos de revolucionarios pendientes de los dictados de Moscú eran un caldo de cultivo para la desestabilización y alimento para todo tipo de populismos.

EEUU que no había vivido esa sensación de desastre del final de la guerra mundial llegó a acuñar la frase: “los felices años 20”, que ahora en la década de los 60 aquí la gente malinterpreta como si eso hubiera sido un momento de optimismo mundial. No, saber que el espíritu que vivíamos era tremendamente pesimista, no sólo lo que vivíamos en España, supongo que en el resto de Europa. Esas condiciones abusivas y el desgaste y ruina económica que trajo esa gran guerra tuvieron unas consecuencias nefastas para la humanidad, España lo sufrió antes con nuestra guerra civil, donde las potencias extranjeras intrigaron todo lo posible, cuando no intervinieron directamente con medios y hombres en el conflicto, como ya sabéis

Pasaré a hablaros de algo más festivo, se trata de cosas de mi casa y para lo que me apoyo y en escritos que no sean míos.

Como curiosidad voy a presentar dos relatos que cuentan una experiencia de mi hija Matilde y que ella llevó al papel. Lo recogido está basado en una experiencia que podría haber sido traumática para ella, aunque, afortunadamente, salió con bien de la misma. Matilde recogió la experiencia en dos relatos, cambiando el enfoque de uno a otro. La fuente de inspiración es un hecho que ocurrió en la aldea de Lanzós de Lugo donde daba escuela.

 

 

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