36. Los cursos de alférez provisional.
36. Los cursos de alférez provisional.
Tres de mis hijos que se fueron a los cursos de alférez a Burgos.
A partir de este capítulo la crónica deja de ser una relación de recuerdos y pasa a ser una relación epistolar, las cartas revelan mejor las realidades que vivimos y además no se ven afectadas por el tiempo, como ocurre con los recuerdos que los reacondicionamos para hacer más dulce nuestra vida pasada Y borrar las amarguras.
En octubre de 1936 se convocan los primeros cursillos de alféreces provisionales del Bando Nacional. Juaco, Enrique y Pablo son aceptados. Juaco y Enrique, como creo que ya he dicho se habían movilizado como sargentos. Pablo cómo no había hecho la mili, ya que se había librado como excedente de cupo por sorteo, estaba movilizado como soldado raso, pero pudo optar a esas plazas ya que hacían falta oficiales y el requisito era tener un cierto nivel de estudios y el informe favorable de la unidad en la que estaban movilizados.
A mi hijo mayor, Manolo, como era mayor que ellos le dijeron las autoridades militares de Oviedo que era mejor que optara a las plazas de oficial de intendencia.
Las Cartas que considero interesantes aparecerán de modo correlativo por fechas, no todas son enviadas por miembros de la familia, pero recojo la que me parecen interesantes para hablar del ambiente que vivíamos durante la guerra:
1937 Burgos (No figura día ni mes, fue la primera que enviaron)
Queridos todos; aquí se está muy bien ¡ojalá! pudierais estar aquí, haríais como yo, el día es muy divertido, ya vi la catedral y la Cartuja de Miraflores, subí a la torre y aquí he de decir que en una torre hay un pañuelo que colocó un alférez de caballería el día que nuestro querido Oviedo fue liberado; Tanto uno como otro son muy (ilegible); las torres no valen tanto como la nuestra, pero el interior es algo asombroso, sólo viéndolo se puede dar uno una idea de ello. Quique y Pablo van al cine y al casino, yo también pero desde hace días no voy con ellos por culpa de una requeté que hace varios días es mi pareja y salgo con ella (no se cuente a nadie esto) he de advertir a Manolo que es tan alta como yo, esbelta, bonita, pero es maestra.
Entre comprar trajes, capotes, etc el dinero ya voló, nos é si aquí en transeúntes nos pagarán el sueldo, supongo que sí, me voy a arreglar pues es la hora de paseo.
Estudiamos lo que podemos
Recibid un fuerte abrazo de
Juaco
Como Juaco no pide lo pido yo, necesitamos dinero dentro de una o dos semanas como puede ser que no nos paguen para esa fecha en Transeúntes lo mejor que podéis hacer es mandarnos 250 pts. No diréis que no soy hombre práctico. Sigo muy bien casi no se me nota que estoy cojo. Hoy nos dijo incidentalmente el Sr profesor de topografía que la lucha tocaba a su fin. Muchos besos y abrazos para todos
Enrique
PD No os olvidéis de ver si podéis enteraros si se dio curso a nuestras instancias, para en caso necesario mandar otras por que es mucho mejor eso que lo que (falta el resto)
Leyendo estas cartas se me reverdecen los recuerdos de aquellos días de preocupaciones y entusiasmo, pero sobre todo veo de forma meridiana su carácter, el de cada uno de ellos que sale del papel. Pasada la Guerra, pasado el peligro ¡Qué orgulloso me siento de ellos! Qué cantidad de alegrías y preocupaciones me dieron. Hoy hago memoria y tenía razón mi abuelo, soy un hombre con suerte, sigo con mi paga de 150 pesetas, la misma cantidad del día que dejé el ejercito hace casi cuarenta años. La realidad es que viviendo con Manolo no me falta de nada y me siento muy querido y acompañado por los nietos a los que instruí y cuando me ocupé de sus estudios me dieron satisfacciones y disgustos, pero es diferente el problema al final es de sus padres, aunque haya sido yo el que más tiempo les haya dedicado. Sigo con sus cartas del cursillo de alférez.
Debo advertir que las cartas no están escritas para la posteridad, ni siquiera para que un viejo rememore su vida, en este momento yo podría conservar sólo esas cartas y haber perdido a mis hijos en los múltiples peligros en que se vieron envueltos, pero estas cartas tienen la frescura, la espontaneidad y revelan el carácter de cada uno de ellos, ¡Que distintos eran y cuanto me gustan ahora al recordarlos! También es cierto que ahora es más fácil porque ya no me tomo disgustos por ellos, pero cuántas veces me hicieron preocuparme y rabiar por sus problemas.
Por lo demás en la carta de Juaco se refleja aparte de su carácter cortejador y un poco presumido describiendo a la chica a la que acompaña, poniéndola ante las narices de su hermano; también el carácter de tantos asturianos que vean lo que vean siempre les parecerá inferior a nuestras cosas, Compara la catedral de Burgos con la de Oviedo, pero la nuestra es la nuestra.
1937 Burgos ¿enero? (No figura día ni mes)
Querida Tilde: aquí estamos tan contentos esperando ver si aprobamos o suspendemos, Vamos a clase y a instrucción, por cierto que hoy y ayer hicimos un simulacro de ataque, con cartuchos de salvas, el general nos verá actuar un día de estos.
¿Qué tal estás por ahí? ¿Hace frío? ¿Llueve mucho?
Aquí hay gran animación, por ejemplo hoy dará un concierto aquí en el paseo la banda del Requeté de Pamplona, si vieras la cantidad de requetés, albiñanistas, papistas, renovación, falangistas que hay; no se oye un cañonazo, ni se ve ningún aeroplano, a no ser los nuestros.
¿Qué tal va Tildina?¿Cuántas veces cayó y se manchó de barro?
Cuando nos destinen si puedo iré por ahí.
Recibe muchos besos y abrazos de
Juaco
PS hoy supimos que en el primer examen Quique y yo salimos con calificación Bien; suspendieron 44 y salieron más de 60 regulares.
19370109 Lugo 9 de enero de 1937
(Esta carta la envía Isaac Climent a mi hijo, cuya familia aparece en más ocasiones a lo largo del epistolario)
Querido don Joaquín, recibimos su carta y veo por ella que no recibió la que le escribí y le vuelvo a escribir para ver si la recibe para poder ir con usted tengo que echar una instancia que ya tengo hecha, pero estoy esperando a examinarme y luego intentaré ir con usted, no sé si tendrá que hacer reclamación alguna, pero en el caso en que la tuviese que hacer yo le pondría un telegrama (mande eso) y usted ya sabe lo que es. Tengo muchas ganas de poder estar juntos en compañía y supongo que nos lo concederán yo sigo siendo huésped permanente. Sus sobrinos ya son muy amigos míos y con ellos paso unos ratos muy divertidos, se despide con un fuerte abrazo su amigo que le quiere
Isaac
PS. Me examinaré del 20 en adelante no sé nada, pero como dice usted con cara dura, veremos a ver si se tienen consideración y luego que me examine espero que se cumplan mi ilusión que es poder estar juntos.
Esta carta es de un amigo de la familia, un joven alumno de la academia San Isidoro, es decir un alumno de mis hijos, es hermano de una jovencita, de la que también recojo correspondencia. Ella tuvo “sus más y sus menoses” con mi hijo Juaco, aunque finalmente no llegaron a casarse. Este chico en particular siempre se mostró muy amigo de la familia y después de la guerra se hizo licenciado en Exactas y fue alumno de Enrique en la Universidad de Oviedo, donde mi hijo impartía Análisis Matemático I. Según Enrique era excelente alumno, le dio la matrícula del curso.
19370111 Burgos 11 de enero de 1937
Querida Tilde: ya hemos recibido desde que estamos aquí dos cartas tuyas y a ninguna te hemos contestado. Esta es una falta muy grande de atención que yo sé que sabrás perdonar.
La falta no está muy justificada. El motivo es que cuando uno está en disposición de trabajar se pone a estudiar y cuando uno no tiene ganas de trabajar, que son las más de las veces, sale a pasear. Además ya supondrás que Burgos invita a ello. Aquí la tranquilidad es absoluta y el contraste con Oviedo muy marcado, así que para nosotros el casino y los cafés ejercen mucha atracción. Pablo sigue hasta ahora sin destinar, Juaco con mejor humor que nunca y yo casi completamente bien. Siempre salgo de bastón, pero dentro de unos días lo dejaré por inútil.
Tanto si apruebo como si suspendo pasaré algún tiempo en Oviedo, que aprovecharé para ir a veros a ti y a Matildina, que supongo que seguirá siendo tan enredosa como siempre. Cualquier día te mandaré un dibujo para que me bordes una laureada. Hoy hemos recibido carta de casa en que nos dicen que están todos bien y se quejan de que escribimos poco, pero es la 2ª que nos llega de allá mientras que nosotros habíamos escrito a primeros 4. A propósito de cartas, procura contestar esta, porque de lo que escriban de casa no me fío, yo te la contestaré a lo más con 2 fechas de retraso.
¿Qué le trajeron los reyes a Matildina? Por lo que dice papá han tenido el valor de llegar a Oviedo y creo se olvidarían de aproximarse a Villayón. Muchos besos a Matildina y recibe un fuerte abrazo de tu hermano.
Enrique
Aquí aparece Enrique despreocupado, disculpándose con su hermana, tal vez en ese momento aun no se le habían manifestado los ataques de epilepsia, que le vendrían más adelante, no recuerdo. La gravedad de los ataques, de los que hablaré un poco más adelante, me hicieron olvidar los síntomas que pudo haber manifestado antes de incorporarse como oficial a la Legión.
Enrique recoge que Juaco está tranquilo, lo exasperaba verlo quejarse, lo que estaba en la naturaleza de Juaco, pero se ve que vivían unos momentos tranquilos, sin preocupaciones.
También se ve a Juaco optimista siempre alegre, aunque podía cambiar ese buen humor y esa satisfacción por un pesimismo, que exteriorizaba planteando quejas. Hace una descripción interesante de los partidos políticos del momento. No sé si hoy al hablar de los Albiñanistas se entiende de que habla por eso lo aclaro, que fue un partido político situado de derechas que existió durante los años de la Segunda República Española. Fue creado por el doctor José María Albiñana en 1930.
Al estallar la guerra y quedar la escuela de Matilde en zona roja, se vio obligada a pedir una escuela en zona nacional y fue destinada al concejo de Villayón en una escuela rural en la aldea de Ponticiella.
De estos ejemplos presentados sacareis la idea del protagonismo de Juaco, optimista extrovertido y cortejador. De Enrique yo recuerdo la impresión de alguien más lacónico y menos emotivo, pidiendo dinero y de Pablo, joven impaciente que se queja de su inactividad. Los dos últimos, como se verá, creían que hubieran estado mejor en el frente que en la academia en Burgos. Juaco habla de la ciudad del paisaje y hasta de una mujer. ¿Quién sabe qué habrá sido de ella?
En esta remesa aprueban los exámenes, Juaco con muy buena nota. Pero Enrique sigue cojo como se recoge en las cartas y por ello no se examina de instrucción y no le dan el ascenso.
Enrique volvió a una segunda convocatoria y aprobó, ya pudo examinarse de instrucción, pero coincidió con la gran ofensiva de febrero sobre Oviedo en la que yo resulté herido y pide permiso para irse al frente. El capitán responsable de la administración del curso les dice a él y a otro aspirante de Oviedo, que si se van antes de la ceremonia de recogida de títulos no les dará el despacho. Algunos lo conocéis y comprenderéis que se fue de todas las maneras y por ello tuvo que ir de nuevo a un tercer cursillo, del que ya salió por fin alférez. Teniendo en cuenta que ya lo había aprobado antes de la Guerra, era la cuarta vez que aprobaba los mismos exámenes.
Como dije, en esa ofensiva es en la que me hieren a mi. Enrique llega a Oviedo entrando por el “pasillo” desde Galicia es un viaje largo e incómodo, pero él y su compañero prefieren morir con nosotros, que vivir con la vergüenza de no haber estado donde debían. Muchas veces me cuesta entender a los militares burócratas que sin ser los más, siempre encuentran acomodo en los destinos que no tienen riesgo.
Manolo también se hizo alférez, pero más adelante y del cuerpo de Intendencia. Y se dedicó a gerencia de convoyes por todo el territorio ocupado por nuestras fuerzas, en particular trenes hospital. Las cartas que vienen a continuación se va viendo su devenir.